13 mar 2012

VIH y SIDA no son iguales a Discriminación


Una de las más graves consecuencias de esta epidemia es la discriminación de las personas que viven con el VIH/SIDA, por parte de los distintos sectores de la sociedad.

Esta discriminación, además de ser una lesión social, constituye una violación a la dignidad y a los derechos fundamentales de quienes se encuentran afectados por el virus, al negar, restringir o suspender los derechos que tiene todo ser humano. Al final del milenio no hemos sido capaces de entender que el Sida afecta la salud y la vida del ser humano, pero nunca su dignidad y sus derechos.

En sociedades como la nuestra, la discriminación puede llegar a ser algo cotidiano, aceptado y muchas veces fomentado, toda vez que se cree que existe la necesidad de remarcar las diferencias según el género, la edad, la preferencia sexual, la condición física o mental, la calidad migratoria y la situación jurídica. Por ello, en forma equivocada, algunos miembros de distintos sectores no sólo se consideran diferentes sino que, incluso, se consideran inferiores a los demás y, por lo tanto, creen que tienen menos derechos
.
Al considerar diferentes a nuestros semejantes se establece una división que enfrenta y separa a la sociedad, disgregándola en grupos y generando la ausencia de un verdadero sentimiento de solidaridad.

Actualmente, el Sida se suma a una serie de factores utilizados por ciertos individuos para tratar de justificar una conducta discriminatoria, siempre con el pretexto de proteger la salud pública.

Las consecuencias de la discriminación relacionada con el Sida van más allá de la división de la sociedad, pues no sólo afecta a quienes viven con el VIH/SIDA, sino que también perjudica a la sociedad en su conjunto. Debe quedar muy claro que no existe un conflicto entre los derechos de la mayoría no infectada y los derechos de los afectados por el virus; por el contrario, conviene recordar que existe una estrecha relación entre la protección de los derechos de las personas con el VIH/SIDA y las posibilidades de prevenir la infección en beneficio de la salud pública.

Consecuencias de la discriminación

1. Propicia que quienes se perciben en riesgo de estar infectados no acudan a realizarse la prueba de detección y, por lo tanto, no cuenten con un diagnóstico oportuno que les permita atenderse antes de desarrollar la sintomatolgía propia de la enfermedad.

2. Aleja de los servicios de salud a las personas infectadas por el VIH. Esta situación se presenta por temor a que el personal que proporciona dichos servicios divulgue la condición del paciente en el lugar de trabajo o en el lugar donde vive.

3. Reduce la participación de quienes viven con el VIH/SIDA en los programas orientados a difundir la información sobre las medidas necesarias para prevenir la infección.

4. Suspende o restringe el ejercicio de los derechos fundamentales de quienes se encuentran infectados por elVIH o enfermos de SIDA.

5. Aumenta el aislamiento, así como el sufrimiento de las personas que viven con el VIH/SIDA.

Independientemente del ámbito que afecte, la discriminación es uno de los principales obstáculos que entorpece cualquier esfuerzo para controlar el desarrollo de la epidemia.

Si bien la defensa de los Derechos Humanos de las personas que viven con el VIH/SIDA y su protección en contra de las conductas discriminatorias son sólo dos de las respuestas a la epidemia.

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