29 may 2012

Estar en el "clóset" favorece la discriminación


Durante la conferencia magistral “El clóset y la tolerancia: dos muertes en vida”, Xabier Lizarraga, antropólogo físico y pionero en la defensa de los derechos del colectivo gay, resaltó que los homosexuales, al permanecer en el clóset o no hacer pública su orientación sexual, adoptan el engaño como modo de vida al pretender ser otro para complacer al sistema heteronormativo.

Durante la XI Semana Cultural de la Diversidad Sexual, realizada la semana pasada en San Luis Potosí, Lizarraga subrayó que “el clóset es un instrumento torturante donde la discriminación persiste e incluso se incrementa porque se ejerce contra sí mismo”, además de que fortalece la homofobia y la transfobia”.

Mencionó que estar en el “clóset obliga a no mostrar lo que se es, mientras la tolerancia exige serlo bajo estrictas normas de conducta”, y señaló que no sólo se ve afectada la persona, sino también a sus pares al limitar sus lealtades y complicidades.

Al hablar de “tolerancia” indicó que su mismo significado “soportar, llevar o aguantar”, obliga a fingir tanto a quien tolera como a quien es tolerado y representa una política de discriminación discreta o sutil.

El antropólogo subrayó que en “el clóset” ninguna minoría puede airarse, respirar, actuar, promover cambios, sólo rendirse, humillarse y aceptar una condición de esclavitud, e insistió que estar ahí supone un borramiento y un sometimiento, una anulación de poder y por tanto, de derechos, y aunque en algunos casos supone supervivencia como en países como Irán, donde la homosexualidad está penada con la muerte, mientras que en México “el clóset” siempre afecta a otros.

“Para vivir y no únicamente para sobrevivir de manera lastimosa tenemos que actuar”, y agregó que sólo es posible mediante la visibilidad ante sí mismos y ante los demás. “La resistencia activa es la única vía honesta con nosotros mismos que tenemos”, subrayó.

 Xabier Lizarraga señaló que aunque hay miembros del colectivo gay que defienden “el derecho al clóset” sustentado en el derecho a la privacidad o intimidad, salir de este supone ayudar a salir a padres y amigos, y aunque no es un proceso sencillo implica alivio.

 El también dibujante comparó al homosexual de clóset como “el edipo de nuestros días atrapado por el discurso que lo condena a arrancarse los ojos y a vagar por el desierto si se atreve a atentar contra el reino heterosexual y familiarista de su padre, el rey Layo; que se piensa ilícito, se obliga a ser sumiso y respetuoso del orden hegemónico y se somete a los designios del destino-circunstancia”.

 La discusión

Posterior a la conferencia magistral de Xabier Lizarraga, diversos expertos debatieron durante el panel de expertos titulado “¿Derecho al clóset? Salida de protección ante la falta de respeto a los derechos de las personas con diferente preferencia sexual y/o expresión de género”, donde desde diferentes perspectivas como la legal, la trans, la lésbica y la homosexual abordaron el tema.

Víctor Hugo Flores Ramírez, abogado y sexólogo explicó que estar en “el clóset” es una forma temporal o permanente del individuo, es decir, es una facultad que el individuo tiene para dar a conocer a otros su condición y en el ámbito jurídico se llama derecho a la privacidad.

Sobre el tema, María Gloria Aguilar del Grupo Lésbico Gay “Chavela Vargas”, de San Luis Potosí, dijo que es permanecer oculto como una forma de protección que salvaguarda de cualquier situación, a la vez que Irasamy Del Valle, activista transgénero, dijo que estar en “el clóset” es un instrumento de control social y no un derecho, sino una imposición.

Por último, Alonso Hernández, de Amnistía Internacional México, mencionó que para hacer activismo “tenemos que mostrarnos”, es más cómodo y más honesto ya que hacerlo dentro del clóset corta la posibilidad de expresarse en primera persona.

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